Els catalans del carrer n’estan farts del prusés.
Esto es lo que nos dice una dolça:
«En Cataluña pasa algo muy grave. Una mezcla de miedo e incredulidad ha paralizado a la gente. Ellos, los independentistas, conscientes de este vapor anestesiante, toman nuestra voluntad, la manipulan, y simulan que no existimos.
Somos la mayoria de catalanes no existentes. Somos contribuyentes, respiramos el aire catalán cada mañana, hemos trabajado duro en, y por Cataluña, pero no existimos. Hay un juego perverso. Simulo que no existes y dejarás de existir.
Pero yo, tú, y todos seguimos existiendo. Y de entre todos, esa mayoría de gente sensata que mira con perplejidad hasta qué punto la inconsciencia de unos políticos es capaz de dañar nuestra tierra. Y encima manifestar que ese daño se hace en nuestro nombre. Con un coste elevadísimo en nuestro crédito, en nuestra imagen, en nuestra actividad económica. Y…